TIJUANA, México.- Luz María Hernández mira inexpresivamente a través del patio sombreado, con un teléfono celular en una mano y un pañuelo empapado en la otra. Hace menos de 48 horas, Hernández, de 45 años, fue deportada a Tijuana después de 25 años como migrante indocumentada en el sur de California. Sus cinco hijos, de entre 3 y 23 años de edad, nacieron en California y ahora tienen que vivir sin su madre.
Minutos antes de ser escoltada a la frontera, los agentes de inmigración le informaron que se le prohibía ingresar a Estados Unidos durante 10 años.
Sentada tensa en una silla de patio dentro de un refugio para inmigrantes a solo un par de millas de la frontera, Hernández está aturdida, llorosa y le atormenta qué hacer a continuación.
-> Publicado en Univisión, 16 de diciembre de 2017 | Texto: Nina Lakhani | Esta historia, publicada originalmente en The Guardian en inglés, forma parte de un proyecto del diario anglosajón en que invitó a cuatro dreamers como editores durante tres días.