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Bitácora

Indignación

Indignación

Parece irse rezagando en los medios, pero éste hecho dejó un precedente en contra de los defensores de derechos humanos y periodistas preocupados por este rubro. En la Ciudad de México se conjuntaron voces de indignación por la emboscada en La Sabana, San Juan Copala, sierra triqui de Oaxaca, contra una caravana de observadores de derechos humanos y periodistas. No obstante, hubo que sortear, primero a la Policía Federal y después a granaderos del DF quienes replegaron a golpe de escudo, a familiares de las personas desaparecidas y colegas de trabajo de los reporteros.

El ataque, realizado el 27 de abril por el bando paramilitar de la región triqui, saldó dos muertos, los defensores Beatriz Alberta Cariño Trujillo y Jyry Jaakkola, de origen finlandés, así varios heridos y desaparecidos cuya vida corría peligro. La incertidumbre sobre el estado de salud de los integrantes de la caravana creció hasta el momento que se confirmó, seguían con vida, pero en condiciones críticas.

La misión del grupo, por cierto, quería entregar víveres en Copala, uno de los pueblos cercados por el bando paramilitar Ubisort, creado desde y para el priísmo, sorteando los añejos y confusos conflictos entre tres bandos en los que, por añadidura, las mujeres son quienes pagan las consecuencias.

Muestras de indignación gritaron y lo continúan haciendo en Veracruz, Ciudad de Oaxaca, países latinoamericanos, España, Euskal Herria, Alemania, Bélgica, Argentina, Italia y en otros rincones del mundo preocupados por la violencia en este pedazo del país. Donde hay indignación.