De la víctima sobre la cual me ha tocado escribir no sé nada. No sé su nombre, su edad, de dónde venía, si era joven o viejo, niño o mujer. Sólo sé que su cuerpo fue hallado al lado de 71 cuerpos más en un rancho miserable al norte de Tamaulipas, que era seguramente centroamericano, y que es uno de los miles de migrantes que habrá encontrado la muerte al cruzar por este país. Me duele y me avergüenza su muerte hasta lo indecible, y como se le doblan las rodillas a mis palabras para hablar de esto, quisiera simplemente dedicarle esta canción que desde que me hacía llorar de niña, en las tierras lejanas de Estados Unidos, me ha gustado mucho:
¡Que lejos estoy del suelo donde he nacido! Inmensa nostalgia invade mi pensamiento. Y al ver me tan solo y triste cual hoja al viento, Quisiera llorar, quisiera morir de sentimiento.
Lo siento mucho.
Autor: Patricia Guerrero. Foto: Prometeo Lucero.
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