En menos de una semana ocurrieron tres masacres. La siguiente semana, una más, en la Ciudad de México. En común, casi todas las víctimas eran jóvenes. Para aderezar el panorama, Policías Federales atacaron con armas de fuego una manifestación contra la violencia hiriendo por la espalda a un estudiante. No en balde se habla de juvenicidio.
En las escalinatas del Ángel de la Independencia, diversos grupos colocaron una ofrenda, gritando a coro ‘¡Ya basta!’. Flores, zapatos, juegos, veladoras, pancartas y consignas hicieron un homenaje a los colaterales de la violencia en México la noche del primero de noviembre.