Post navigation

Bitácora

Estampa Bicentenaria

Ataviado con motivos del Bicentenario, «Oscar» trabaja como malabarista en las calles de la Ciudad de México durante varias horas al día. Su vestimenta es una extraña combinación entre el punk anarquista sin fronteras ni banderas y la estética del septiembre mexicano. En su andar cotidiano por los cruceros, debe sortear a las patrullas que lo increparán por su vestimenta y su trabajo.

Admira a los malabaristas chinos por su habilidad en el asunto. Y explica: «lo importante no es qué tan arriba las lances -señala un semáforo- sino que no se te caigan». Así, con hábiles movimientos hace acrobacias en un muy corto espacio, apenas arriba de su cabeza, para ganarse unas monedas. Menos que hace una semana, cuando se decretó una nueva alza al precio de la gasolina. «Me voy a tener que quedar otro rato».