Dedicado a los que se atreven a defender a la Madre Tierra, quien nos da la libertad para nuestros hijos.
Las mantas hablan y lloran. Gritan, viajan con el dolor del ser que se aleja de los que más quiere. De su Tierra, de su cultura, de los hijos y de su amada.
Las mantas hablan y gritan de la persecución, de la impotencia de no poderse defender en una sociedad desigual, de incomprensión y desamor.
Lloran de nostalgia porque sus bosques y sus caminos ya no serán los mismos que lo llevarán hacia sus sembradíos, para abonar la tierra que alimentará a su familia.
Ahora la lluvia no tendrá el mismo significado en una cultura extraña. Continue reading …