En este peculiar país alguna vez el gasto público tuvo que recortarse (más) para evitar que algunos multimillonarios se fueran a la quiebra. Hoy, con otro nombre, el Fobaproa sigue operando y con eufemismos al respecto como ‘intervención estatal’ que ‘permitirá evitar el colapso del sistema financiero’, resultó más caro que el rescate bancario de los Estados Unidos.
Es una paradoja de la economía, como ésta fachada sin fondo (ni edificio) en el centro histórico de la Ciudad de México, donde se lee al pie de las columnas: construcción, capitalización, banca, ahorro.